lunes, 11 de abril de 2011

Todo (no) saldrá bien



Las alegrías cada vez duran menos... y el fantasma de los abriles pasados vuelve reencarnado. Era de suponer, estas cosas del pasado, MIS cosas del pasado, siempre regresan. Es entonces cuando vuelven las lágrimas, como en 2004; la ansiedad, como en 2005; el anhelo, como en 2006; la decepción, el arrepentimiento, el abandono, la ilógica,... como en los años siguientes.

Malvenido abril de 2011 que me ha explotado en menos de 24 horas... regresan los sudores fríos, la incomprensión, la depresión incluso...
Y mientras, la gente siempre extraña el mismo aspecto de mí: el payaso gerontofóbico y escatológico Fer, de buenas orejas y gran carcajada... pero siempre llega el momento de bajar el telón, y Fer descansa en el camerino dejando atrás por un momento el personaje y convirtiendose en la persona, con sus penas, sus preocupaciones y los deseos que jamás se cumplieron, se cumplen o quién sabe si incluso algún día se cumplirán.

Y cuando echa el cierre el teatro del día a día, nadie sabe que me voy caminando de madrugada a casa, con las calles desiertas y escuchando las grietas de la pedregosa La Laguna. Nadie sabe que pienso en canciones, en películas, en historias de amor que he perdido o que simplemente no he vivido. Nadie sabe que hay veces en abril que en las calles de La Laguna alguien llora más que el cielo.

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