jueves, 6 de junio de 2013

Helena




Este frío que cala en los huesos
del desabrigo, la obscenidad
de encontrarse tan falto de afecto
en mi pequeña asfixiante ciudad,
adintelada en piedra helada
que mezcla lluvia con brotes de sol.
Se repiten los rostros, las miradas,
se consume el débil fuego interior.
No hay sutura en el mundo
suficiente para cicatrizar
las heridas del corazón moribundo
que desee encontrar su lugar.

Cuando la vida pasa por delante
de los ojos del que para y observa,
el andar del tiempo no es bastante,
para aprender cómo se juega
a este maldito rompecabezas.
Es difícil unir dos piezas
si quebrarse es lo que hace una de ellas.
Maldigo tu recuerdo, tu presencia,
que me roba la alegría
Y otro día, otro más,
esta alma mía
sin jugar... se quedará.

sábado, 19 de enero de 2013

Carta a Alguien II

No sé ni cómo dirigirme a ti... es algo que nunca planeé cómo hacer. Te noto tan lejos que no sé en qué lugar del mundo estarás y puede que tarden meses, o incluso años en volver a vernos. Aún así, de algún modo necesito hablarte, expresarme, decirte que te necesito ya. Que cada día las ganas son mayores. Sé que pasará tiempo hasta que podamos disfrutar el uno del otro... por eso sólo me queda el deseo de poderte consolar desde mi pequeño huequecito del mundo y mandarte todo el apoyo y la ilusión. Aguanta. No pierdas el norte... Estés donde estés nunca pierdas la confianza en ti , aunque los palos de la vida te van a hacer desconfiada y ruda. Rodéate de gente que te quiera... y quiérelos tú a ellos también, porque en la estabilidad y en el apoyo es donde se puedenentar las bases de una persona completa y equilibrada. Aprende de los errores propios tanto como de los ajenos, porque tendrás el doble, el triple o más oportunidades de volverte sabia. Conoce el mundo que te rodea, vive la vida con alegría y optimismo, experimenta, siente... porque te intentarán enseñar que todo está en los libros, que tú misma te crearás a partir de ellos y necesitas decirles que NO, que la vida no se puede escribir ni el sentimiento estudiar... No esperes por mí, yo intentaré no hacerlo, pero confío en que cuando nos encontremos sepamos si debemos parar el mundo y subirnos juntos a él... y no tengas miedo de reconocerme porque yo te llevo mil fallos de ventaja. Se me hace duro no seguir escribiéndote, ya parecías mucho más cercana... pero bueno, sólo me queda decirte, que en algún lugar del mundo... yo pienso en ti. Peterborough. Inglaterra. 14 de noviembre de 2007

viernes, 22 de junio de 2012

"Rosa que nunca le dí, yo no la volvií a ver más...."

"Una noche de buen vino y de mejor compañia anduvimos por la calle hasta aplastarnos el día... y nos bañamos vestidos como en un día de boda. En la villa de San Pedro vi el paraíso en su boca. Y su madre en la cocina preparándole la cena. Nadie cena como en casa si la que guisa es mamá. Y ell mundo ajeno a lo nuestro iba a su velocidad mientras que ella y yo anudados nos prometimos el mar. Nos prometimos el mar. Lleno de vida y de sal. Llenamos el corazón. Violencia y calma a la vez. Él es el mismo traidor. Azul o verde da igual. Nos prometimos el mar... Y me he pasado las horas apoyado en la farola que daba luz a su puerta solo por verla pasar, aguantando las tormentas por regalarle una rosa, rosa que nunca le dí ya no la volví a ver mas. Uno y una no son dos, uno y una es lo que es y un día yo tome mi senda y ella la suya también. Y si el destino quisiera hacer con las dos un lazo me agarraré a su cintura y haré un nodo con mis brazos porque una noche sin luna nos prometimos el mar. La vida son 4 días y yo por el tercero voy y ese día que me queda lo soñé para los dos pero si por una de estas ella no vuelve a pasar recordaré que en San Pedro nos prometimos el mar." San Pedro, escrita por Carlos Goñi (Revólver)

martes, 27 de marzo de 2012

El filo de la navaja

Ocho años después despertó
y vio que en su interior todo había cambiado.
El cielo era una continua lucha
entre el claro día y la noche eterna,
la parte oscura del humano
con su bondad estaba en guerra.
No podía quejarse,
él no tenía la culpa,
la naturaleza del hombre
se rige por dónde actúa,
la pobreza traerá enorme bien o mal
pero lo rico lo segundo siempre da.
Ya sea de forma natural o provocada
la persona es pervertida por el grupo,
antes o después envilecido acaba:
para vivir en armonía éste es el truco.

Alighieri, lagunero,
se nutrió de ella en su infierno,
la bondad no tiene ruedas,
rampante cabalga la vileza.
De este cuento una horrible moraleja
pretende desnudar los ojos ciegos:
la bondad alimenta con agua,
manjar deseado la noche ingrata.
Manos tendidas recorren mundos,
pero los puñales
no entenderán nunca de realidades
y alcanzan siempre más distancia,
en el tiempo y el espacio,
viajando en la arrogancia
de una especie que premia
el filo de la navaja
con el que uno se pasea.

martes, 14 de febrero de 2012

Una corona de sueños



-Es sólo pelo”
-...La primera me la hice una noche de bares... eran las tantas de la mañana y llevaba meses queriéndomela hacer. Simbolizaba todas aquellas cosas que siempre dije que haría y no llevaba a cabo. A partir de ahí se fueron sucediendo una tras otra hasta seis, como las marcas del sentimiento que tenía en mente, querer romper con lo anterior, empezar de cero, vivir con una mentalidad equilibrada, ser justo con quien se lo merecía, perdonar el pasado y arreglar el gran error que cometí en su momento. Así continué, cuatro más, cerca del oído y de los ojos, que se encargaban, por cómo me dolían y molestaban, de recordarme que esos objetivos seguían rondando mi cabeza y de rememorar experiencias, amigos, personas verdaderamente importantes para mí, que nunca dejaron de estar ahí. Pasaron las semanas y me hice seis más, para marcarme que tenía que aceptar determinadas cosas y comportamientos alrededor de mí, que no se puede tener todo, que agradeciera lo que tenía y que no dejara nunca de luchar por lo que realmente quisiera.

Como las metas a alcanzar cada una era más difícil de hacer que la anterior y así cada una de las veintiuna rastas que cuelgan de mi cabeza adoptaron un objetivo claro: aprender de mis errores, ser fiel a mí mismo, no perder nunca la perspectiva... como quien se tatúa o se perfora yo me hice una corona de objetivos, sueños y metas, que siempre me acompañase. Porque esas son algunas de las cosas que mejor me definen como persona.

La penúltima rasta fue por conseguir estudiar lo que realmente soñaba hacer: Periodismo. Siempre faltó un sueño por alcanzar... pero igual desprenderme de toda esta carga es lo que necesito ahora para llegar a ello. Así que no, de un modo u otro, nunca fue sólo pelo.

viernes, 3 de febrero de 2012

Al blanco cisne

Que nieguen que no dejo de buscarte
entre el resto de la gente,
que afirmen que miento si yo digo
que una palabra tuya basta
para sembrar todas mis ilusiones,
y al sol hacerlas crecer.
Tu sencillez ilumina el mundo,
lo ha reconstruido.
Ojalá pudiera confesártelo,
a ti, que tanto lo ignoras.
Te escribo siempre esta poesía,
a esa que no conozco.
La compongo, la vuelvo a borrar
y ella pasa, mientras tanto,
coloreando versos cada paso que das,
dándome razones para hacerme despertar.

Que prueben que mis palabras no huyen
cada vez que te observo,
pues mi pecho, cosido malamente
pregunta siempre por ti.
Yo te busco, te veo, te persigo
con la mirada de un niño,
pero será otro hombre al que busques,
veas, persigas
con la mirada de los que aman.
Sólo queda resignarse
y tener que agachar la mirada
por culpa de un simple “hola”.

A la que deseo conocer
le escribo este poema
con la boca y la voz silenciadas,
con los ojos bien abiertos.

Que digan que no sigo siendo yo,
emocionado con poco
y enamorándome de lo imposible.
Que miren...
cómo te miro...
y que sigan insistiendo
diciendo que ya he dejado
de seguir siendo el mismo.

martes, 10 de enero de 2012

IX: Epílogo de Andrea




Todos los días me acuerdo de ti.
¿Qué le voy a hacer? Tú no tienes la culpa
de esta paradoja matemática
de la nostalgia,
anhelo que asusta la vida,
canosa de pasar páginas,
mezcla de inocencia e ignorancia
de saberse vodevil de la sátira.
Y si los sueños valen más de veinte euros
yo te invito,
y te quedas con el cambio,
pues nada me haría más ilusión
que comprar las estrellas al cielo
y dejarlas en la yema de tus dedos.
Si te gusta,
y no lo entiendes,
recuérdame que nazca de nuevo
y así me podré explicar mejor.
No quiero dejar ni un cabo suelto.
Sé lo que estás pensando:
mi poesía es vulgar y evidente,
quizá porque así me educaron.
Me enseñaron a perseguir la belleza.
La encontré,
la hice pedazos.
Puedes pensar lo que quieras.
seguramente tendrás razón,
me quitaste todas las palabras
y la morfosintaxis que necesito
me la dejé en el caparazón.